El barcelonés Jordi Muntanyola se topó en febrero del pasado año en Sort con uno de los trofeos de su vida. Tras llevar desde los 14 años cazando, abatió en abierto a sus 64, este jabalí de «monstruosas navajas y amoladeras». Lo más singular del caso de este apasionado del mundo cinegético es que ha cazado también en América, África y Asia… pero nunca antes había abatido un jabalí igual: «Es el más grande de mi vida», expresó entonces orgulloso para Jara y Sedal.

El lugar donde consiguió cazar al gran suido fue en el área controlada de la Sociedad de Cazadores de la localidad catalana de Sort, en la provincia de Lérida, justo donde radica la administración La Bruja de la Suerte que cada 22 de diciembre reparte miles de premios en el Sorteo Extraordinario de Navidad.

Muntanyola cuenta en casa con unas 20 medallas de otros grandes jabalíes, pero «como este animal no había abatido ninguno nunca», asegura.

JABALÍ
«¡Dios mío lo que acabo de abatir!», exclamó el cazador al llegar al animal. / J.M.

«Me entró por detrás, a unos tres metros. Saqué el arma y le pude disparar, aunque en la zona de los cuartos traseros», relató el cazador y por ello dijo que el jabalí huyó unos metros «hacia un río». Poco después conseguía cobrar el gran animal. «He cazado en África, Asia o Canadá… pero cuando a este le vi la boca no me lo creía, no había visto nada igual», argumentaba.

«¡Dios mío lo que acabo de abatir!»

«Tiene 120 puntos como mínimo», dice el cazador. / J.M.

Poco después llegaron los problemas, ya que el cazador no conseguía sacarlo de donde se encontraba, puesto que se quedó «clavado» dentro de unas matas… y pesaba 100 kilos. «Intentaba tirar de él pero no podía mientras yo seguía exclamando: ¡Dios mío lo que acabo de abatir!», nos contó Jordi para a continuación exclamar: ¡Es el lance de mi vida!». 

El grosor de las amoladeras del jabalí de Sort «tenía un diámetro de 12 o 14 centímetros. Te puedo garantizar que de 120 puntos no baja», decía el cazador.  Respecto a su experiencia personal después de décadas practicando su pasión por la caza, Muntanyola señala que «no soy una persona rica, sino que lo que he hecho ha sido con mi sudor, y desde los 14 años hasta los 64 no he parado. Soy miembro del Safari Club International, he sido armero en Barcelona durante más de 20 años y la afición la llevo dentro», concluía.