Diego Álvarez lograba cazar en un coto situado en el concejo de Nava (Asturias) un corzo selectivo que se le resistía a los cazadores de la comarca. Le costó tres duros días de búsqueda, pero lo consiguió.
9/5/2019 | Redacción JyS

corzo garfio
El joven Diego Álvarez, con el corzo abatido. / D.A.

El joven gijonés Diego Álvarez, de 31 años, abatió el pasado el pasado 14 de abril sobre las 20:30 horas de la tarde en un coto en el concejo asturiano de Nava al «corzo garfio» tras el que había empleado varias jornadas. Se trataba de un animal con una extraña «V» en su cuerna derecha y del que, además, el cazador advirtió una lesión en sus pezuñas a la que achacó su curiosa cuerna, ya que hay quienes han demostrado que puede tener relación. 
«El guarda sabía de él, pero no daba la cara desde hacía bastante tiempo», ha relatado a Jara y Sedal el joven. Un año antes, el guarda sí había dado con este raro cérvido, pero desde entonces nada sabían de sus pasos. Diego Álvarez vio el momento perfecto para abatir este singular animal localizado en la primavera de 2018 y que se le resistía a los cazadores de la comarca. Le costó tres duros días de búsqueda, pero lo consiguió.
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Álvarez dio con él a las 20:30 horas de la tarde. / D.A.

En el coto de Nava se conceden tres días de permiso para corzo selectivo –con las características del protagonista de esta noticia-, y a pesar de estar desde el viernes día 12 de abril tras los pasos de este extraño animal, fue el domingo 14 al atardecer cuando dieron con él: «El lance llegó a última hora del día. Fuimos a la zona por la que el corzo se movía, miramos, pero no dábamos con él. Ya nos íbamos a marchar de la zona para ver si se movía por otro lado, y justo cuando nos movimos, lo vimos descolgarse», relata el joven sobre el emocionante instante en el que lo vieron.

El emocionante momento del lance

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«Nada más meterle en el telescopio, vimos que era él», confiesa Álvarez. / D.A.

«Nada más meterle en el telescopio, vimos que era él. Estaba a unos 250 metros e iba acercándose hacia nosotros», confiesa Álvarez. «Estábamos muy descubiertos, no nos podíamos tapar con nada y el monte hacía curva», sigue relatando sobre el instante en el que estaban a punto de cazar al animal.
«Me tiré al suelo y puse la mochila mientras el corzo iba ganando terreno e iba dirección a unos prados muy rápido». Además, narra que el cérvido «iba pegando bocados caminando». Define el disparo como «muy precipitado», pero certero. «Venía el corzo rápido ganando el monte, me quise preparar rápido para poder tirarle» y así lo hizo.
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En el coto, situado en el concejo de Nava, se conceden tres días de permiso para corzo selectivo. / D.A.

Fue un «tiro rápido», a unos 200 metros, a pesar de que el cazador tenía «una mala postura». Nada más realizarlo, el guarda vio que el corzo «estaba tocado», porque «lo vio soltar sangre». «Esperamos cinco minutos, nos costó llegar a él porque tuvimos que cruzar un río con terreno sucio, fuimos despacio porque no sabíamos exactamente si estaría echado o se nos arrancaría y, efectivamente, allí yacía», explica Álvarez. El raro corzo se encontraba «en una mata sucia a unos diez metros del lugar del disparo».
En su tiempo libre, Álvarez es un apasionado de las batidas de jabalíes y corzos en Asturias, «algo que me encanta. Los cazo menos de lo que me gustaría, pero estoy detrás de ellos con la cámara siempre», admite.

Más corzos extraños protagonistas esta semana en Jara y Sedal

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El animal contaba con una curiosa cuerna de 8 puntas. / M.C.

Esta segunda semana de mayo también han sido protagonistas en Jara y Sedal varios corzos con cuernas extrañas, como el abatido por Josep Bonet Capell, un cazador catalán de 60 años, que tenía una cuerna con 5 puntas y otra de 29 centímetros. El cazador es natural de Lérida pero ese día cazaba en la zona de El Solsonésen pleno prepirineo de la misma provincia. Nos contó cómo lo cazaron.
También este lunes fue noticia en Jara y Sedal cómo Jaime Toscano Pérez, joven cazador y orgánico de 26 años de edad y natural de Jerez de la Frontera (Cádiz), conseguía cazar el pasado 10 de abril en un coto aragonés y junto a un cliente un monstruoso corzo que probablemente alcance la octava posición del ránking nacional.
Las primeras mediciones, después de cerca de un mes en el que el trofeo ha permanecido secándose, arrojan la friolera de… ¡210,38 puntos! Te contamos en este enlace la historia al completo.