Lo que al cazador Gonzalo Roca le pasó el pasado viernes, 9 de abril, durante una jornada de caza en un coto de la provincia de Burgos es otro de los ejemplos de lo que da de sí la entretenida caza del corzo ya que logró abatir un sensacional macho que el día de antes ¡había fallado su amigo!

Todo cazador conoce el carácter esquivo de los corzos, que no perdonan ni un solo fallo y mucho menos que erres el disparo. No obstante, este cazador, tras ver con sus propios ojos cómo su amigo lo fallaba el jueves día 8 de este mes, decidió ir a hacer una espera al día siguiente con la suerte de que el cérvido volvió a hacer acto de presencia justo en el mismo lugar.

Ya lograron avistarlo el miércoles día 7

«En una de las primeras salidas del mes de abril ya localizamos este corzo desde el coche, estaba bastante lejos pero ya le noté algo raro. Aún así jamás pensé que iba a ser tal bicho», comienza explicando en declaraciones a Jara y Sedal el cazador. «Intentamos acercarnos, pero fue imposible: nos vio a unos 300 metros en una siembra y corriendo se metió al monte», detalla sobre lo ocurrido miércoles día 7 de abril.

Al día siguiente, le dijo al amigo que se pusiese a la espera de este animal, que saldría en la misma siembra, y efectivamente, lo hizo, pero falló el tiro y creían que no lo volverían a ver más.

El 9 de abril la diosa Fortuna les dio una segunda oportunidad

Otra imagen del cérvido. © G. R.

El día 9 de abril la diosa Fortuna les dio una segunda oportunidad, ya que Gonzalo volvió a acercarse al coto y apareció este animal: «Cuando hizo acto de presencia, no quedaba mucha luz y decidimos ir corriendo hacia él. Nos acercamos como pudimos, tapándonos por unas encinas, y luego tuvimos que ponernos a gatas en una acequia hasta que logramos colocarnos a unos 200 metros de su presencia», describe Roca.

«Tiré la mochila al suelo, el corzo estaba a punto de meterse al pinar y, en el momento en el que se cruzó, le disparé y cayó en el sitio», relata sobre el momento culmen del lance. «Fuimos corriendo a ver cómo era y, cuando llegué, me giré a mi amigo y le dije que no sabía lo que habíamos abatido…», confiesa sobre el emocionante momento en el que cobraron la pieza.

«Era una preciosidad de animal, muy grande, raro, único, increíble», detalla sobre un trofeo de ocho puntas y tres cuernas que es, sencillamente, genial.

Caza un extraño corzo con una especie de palma en una de sus cuernas

El corzo, tras ser abatido. © F. C.

El cazador madrileño Francisco Cortina abatió, el pasado jueves 1 de abril, y recién estrenada la temporada corcera en nuestro país, un espectacular ejemplar con siete puntas y una palma en la parte superior de una de ellas. Se trata de uno de los ‘duendes’ que más han llamado la atención de los cazadores en los últimos días y que más está dando qué hablar en este inicio del mes de abril. Así dio con él.