El cazador madrileño Ricardo Acevedo abatió el pasado domingo 6 de junio un extraño corzo peluca en un coto social de la Comunidad de Madrid del que es socio. Del animal destacan dos largas puntas sobre una gran masa de borra en su trofeo y que se trababa de un corzo hermafrodita, «mitad macho y mitad hembra».

Llegar al coto y ‘besar el santo’

El cazador, que disponía de un precinto en un coto social madrileño, acudió con un amigo para tratar de localizar algún bonito corzo de los que hay por la zona, pero no se imaginaba que iba a ser «llegar y besar el santo», como él mismo comenta a Jara y Sedal. A primera hora de la mañana ya se toparon con el protagonista de esta historia.

«Prácticamente estábamos llegando a nuestro destino cuando nos encontramos con la pieza; mi amigo me dijo que mirase hacia un lugar donde él ya lo había localizado y así lo vi», explica. Segundos después trataban de valorar el animal con los prismáticos. «El animal nos había localizado también y ya nos estaba mirando», explica sobre el inicio de un lance frenético.

Otra imagen del corzo peluca. © J. M.

La enorme peluca, a través del visor. «Lo vimos en un barranco, cruzando de una ladera a otra», relata el cazador. Al principio, con los prismáticos, «no lo valoré demasiado bien y, cuando lo metí en el visor, vi que era un corzo distinto, diferente… y pude apreciar la enorme peluca que tenía», dice Ricardo sobre el momento en que realmente advirtió la extrañeza del trofeo del animal.

El cazador falló al animal con el primer disparo pero, tras pararse cien metros más adelante, logró abatirlo. Acevedo recuerda que colocó la torreta para acertar a unos 200 metros, pero en su primer intentó el animal no acusó el disparo y continuó corriendo. «En lugar de salir hacia el monte, bajó unos 100 metros más y se quedó parado de nuevo, mirándonos», recuerda. Además dice que gracias a haber seguido su espantada a través del visor justo en una segunda parada fue cuando logró abatirlo. El equipo utilizado por Acevedo para conseguir este extraordinario trofeo fue un rifle Bergara en calibre .270 Winchester cargado con munición Norma Plastic Point. Tal y como apunta por último, el animal ya se encuentra en una taxidermia de su confianza para que lo naturalicen dentro de una vitrina.

Un animal hermafrodita

Ricardo segura a este medio que el animal, a diferencia de otros ‘peluca’ cuya cuerna viene provocada por una atrofia testicular, sí que contaba con testículos, además de órganos reproductores femeninos. «Cuando lo miramos vimos que tenía testículos y vagina, era mitad macho y mitad hembra», asegura.

El término hermafrodita se aplica a los trastornos de desarrollo sexual que provocan que el individuo nazca con tejido ovárico y testicular, produciendo una presencia diferencial entre sus genitales y su sexo. Todo esto sucede debido a que el animal en cuestión posee genes que codifican tanto para la formación de los órganos sexuales masculinos como femeninos. Por lo general, los órganos formados no cuentan con una funcionalidad óptima.