La nueva norma, impulsada por la derechista Liga Norte, establece que quienes se sientan amenazados o agredidos en sus viviendas o lugares de trabajo podrán reaccionar como les parezca, incluso con armas de fuego, ya que la respuesta siempre se considerará proporcionada.
En concreto, permite “usar un arma legal u otro medio idóneo” para defender “la propia integridad o la de otros”, pero también “los bienes propios o de otras personas”.
Este tipo de defensa podrá ejercerse en las casas particulares o en lugares “donde se realice una actividad comercial, profesional o empresarial”.

Hasta ahora el Código Penal establecía que una persona podía ser condenada por “exceso de violencia” en casos de respuesta a agresiones en la propia vivienda, algo que con la nueva ley queda anulado.
El texto recibió la luz verde del Parlamento en medio de los aplausos de los diputados de la Liga Norte y con el rechazo de la oposición de centroizquierda, que denunció que es una ley “del Lejano Oeste”.
Para el diputado de los Verdes Paolo Cento, se trata de “un auténtico principio del ‘Far West’ que delega el uso de la fuerza a los ciudadanos, con el único resultado de aumentar los riesgos para la integridad de la persona, empezando por las propias víctimas del delito”.

También desde el opositor Demócratas de Izquierda (DS) criticó que se trata de una ley “peligrosa” que invita a los ciudadanos a ocuparse de su defensa, porque el Estado “no sabe defenderlos”, mientras que Refundación Comunista fue más allá y tachó la norma de “inconstitucional”.
“Pone en el mismo plano el bien de la vida y la integridad con bienes de carácter patrimonial”, denunció el diputado de Refundación Comunista Giuliano Pisapia. Por su parte, los partidos de la coalición conservadora en el Gobierno aplaudieron una norma que, a su juicio, está “de parte de las víctimas”.

«Desde hoy los delincuentes deberán tener más miedo y las buenas personas, víctimas de agresiones, algunos problemas menos”, aseguró el ministro de Justicia, Roberto Castelli, de la Liga Norte.
También la gobernante Forza Italia mostró su satisfacción por una ley “que tutela al ciudadano en lugar de a los criminales” y concede a los italianos “el pleno derecho a defenderse en sus casas”, dijo la vicepresidenta de los diputados de esta formación, Isabella Bertolini.