Noticia actualizada el 18 de julio de 2021 a las 13:05 horas

La Cephenemyia stimulator es uno de los mayores asesinos de corzos de nuestro país. Estos gusanos que se instalan en sus fosas nasales no solo acaba con la vida del Capreolus capreolus sino que además lo hace de una manera lenta y muy agónica para el pobre animal. Este podría ser el motivo de la agonía del primer corzo del vídeo que compartimos a continuación, donde se ve a un corzo macho adulto que se encuentra exhausto, incapaz de caminar. Tanto, que las personas que los graban se sitúan a su lado llegando incluso a grabarlos con sus teléfonos móviles.

La historia del segundo es aún más curiosa. Según el Grupo de Investigación Animal de Galicia (INVESAGA), que fue encargado de analizar la cabeza del animal, en un principio se barajó la posibilidad de que estuviese, efectivamente, afectado por un problema parasitario, pero tras analizarlo se descubrió que tenía un colmillo de un depredador clavado en el cerebro –no se ha podido confirmar si lobo o zorro–. Estas son las imágenes que lo muestran.

YouTube video
¿Cómo afecta la Cephenemyia stimulator a los corzos?

En el caso de los gusanos de la nariz, una vez que las larvas depositadas por la mosca comienzan a crecer, éstas ocupan la faringe y fosas nasales –garganta y nariz– de los corzos y como cada vez les cuesta más respirar y tragar, esto les hace irse debilitando poco a poco, culminando con la muerte directa en algunos casos o bien les predispone a ser predadores más fácilmente o a sucumbir ante enfermedades secundarias –que no sufrirían si no tuvieran los gusanos–.
Los estudios disponibles apuntan que los corzos que más pueden verse afectados son los jóvenes, dado que aún no son independientes y los machos, porque tras el celo están agotados y tienen pocas defensas, lo cual les hace ser más vulnerables.

¿Se puede curar a un corzo con Cephenemyia stimulator?

La prevención y curación de estas enfermedades es complicada, por no decir imposible, dado que se transmiten por los insectos y los corzos no son ovejas metidas en un corral.