Jara y Sedal se hacía esta mañana eco de la llamada desesperada de un cazador cuyo galgo se encontraba perdido desde el domingo. Poco después lo ha localizado muerto en una cuneta y con un fuerte golpe en la cabeza.

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El cazador y su perro meses atrás. / C. E.

A primera hora de esta mañana Jara y Sedal publicaba la llamada desesperada de un cazador toledano que estaba removiendo cielo y tierra por su galgo perdido desde el pasado domingo. Catalino Escobar narraba que lo había estado buscándolo por el campo.

Horas después el cazador nos comunicaba la triste noticia: acababa de encontrar muerto a su perro ‘Casemiro’. «Ha aparecido en una zona que había batido en varias ocasiones durante estos días, y es raro, porque no lo había visto hasta este jueves. Hoy, andando por el lugar, me lo he encontrado en la cuneta del camino muerto», comienza explicando.

Sorprendentemente «se trata de un camino que no se transita con asiduidad», comenta con extrañeza Escobar, que explica que el can tenía «los ojos bañados en sangre y un fuerte golpe en la cabeza. Quiero pensar que ha sido un atropello», dice, descartando «por el momento» un posible envenenamiento.

A pesar de ello, se ha puesto en contacto con su veterinario de confianza para ver si puede determinar las causas de la muerte de su galgo, según relata entre lágrimas. Además, manda un mensaje de agradecimiento al sector por los cientos de veces que han compartido las imágenes del animal para que fuese encontrado: «No tengo palabras para agradecer al mundo de la caza cómo se ha volcado en las últimas horas y se ha implicado en mi causa. Es increíble», concluye Catalino Escobar.

Así ha sido el «calvario» de cinco días de este cazador buscando a su galgo

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Más imágenes del perro. / C.E.

El «calvario», como él mismo describe la situación que ha vivido, comenzó a las ocho y media de la tarde del pasado domingo entre las localidades toledanas de Villasequilla y Villamuelas, cuando salieron a la puerta de la pequeña finca familiar en la que cría sus canes el galgo perdido y un cachorro de cuatro meses.

«El pequeño volvió a los cinco minutos, pero el grande no. Entonces cogí las pisadas que había ido dejando, éstas me sacaron a un camino del pueblo, seguí hasta que comenzó a llover y ya no pude más», relata el cazador que nos ha contado con todo detalle los hechos.

Desde el equipo de Jara y Sedal, mandamos un mensaje de ánimo a Catalino y agradecemos a todos aquellas personas que han difundido su mensaje para tratar de dar con el galgo.