El Santuario Gaia difunde unas imágenes de un corcino vestido con pañal. El animal salvaje podría haber sido apartado de su madre.
16/7/2018 | Redacción JyS 

corcino
La cría de corzo –animal salvaje–, con pañal y un peluche dentro de lo que parece una cuna. /Facebook

La Asociación del Corzo Español organiza cada año una campaña llamada ‘Proyecto corcino’ con la que trata de concienciar a los ciudadanos de que no se lleven a casa las crías de corzo que cada año aparecen en el campo con la llegada de la primavera. Durante sus primeros días de vida estos animales permanecen solos la mayor parte del tiempo, hechos un ovillo en medio de la vegetación. Su madre los vigila desde cerca, y sólo acude a amamantarlos en unas visitas fugaces: mantenerse alejados de ellos –cuando apenas saben caminar– es la mejor manera de protegerlos de los depredadores, tal y como recuerdan desde la asociación.
Este mecanismo de defensa hace que muchas personas que desconocen su biología, al toparse con ellos, se piensen que están abandonados, motivo por el que deciden llevárselo a casa. Esta es la peor decisión que se puede tomar, puesto que al hacerlo estarán condenando al animal a una muerte casi segura o, en todo caso, a su exclusión del medio salvaje, puesto que su posterior reintroducción en el medio es imposible. Los animales necesitan a sus madres para aprender todo lo necesario para mantenerse vivos y a salvo de sus depredadores. El simple hecho de tocarlos ya puede ser dañino para estas crías de animales salvajes, como ya te contamos en este artículo.

Santuario Gaia alberga un corcino y aseguran que es un cordero

La polémica saltó a las redes sociales el pasado fin de semana, cuando un grupo animalista que vive de las donaciones económicas de gente anónima, Fundación Santuario Gaia, subió un vídeo a las redes presentando una corcina que acababa de llegar a sus instalaciones. Los dos fundadores de este santuario –que en 2015 llegó a recaudar casi 100.000 euros según Teaming–, presentaron el animal a sus seguidores, comentando que el animal había llegado a sus manos con las patas amputadas –y no como un cordero, como por error informó Jaraysedal.es en un primer momento. La imagen levantó polémica porque el corzo (Capreolus capreolus), es una especie salvaje que legalmente no puede ser retirada del medio.
Decenas de internautas alertaron a la Guardia Civil a través de Twitter con el objetivo de que investiguen el caso, puesto que sus captores podrían haber incurrido en algún tipo de delito. Mientras tanto, ellos publicaron una fotografía de la pequeña corza con unos patucos y un pañal, algo que fue criticado en las redes como una humanización del animal.

Otros casos de corcinos capturados por animalistas

No es la primera vez que miembros de un santuario retiran a un corcino salvaje de su entorno natural. El año pasado sucedió un caso similar cuando el grupo animalista ‘Santuario León Vegano’ capturó otro corcino asegurando que lo habían «rescatado de la caza». El animal fue encontrado supuestamente en una cuneta, y la organización animalista no dudó en publicar los hechos en redes sociales. Después de salir a la luz pública el caso y desatarse la polémica, los animalistas eliminaron todas las publicaciones relacionadas con el animal en Facebook.
Tal y como recuerda Jaime Valladolid –experto en derecho cinegético y colaborador de jaraysedal.es–, «para la tenencia en cautividad de este tipo de animales hace falta estar en posesión de una autorización expresa de la Administración. De no tenerla, la organización animalista podría enfrentarse a una sanción administrativa». Además, según cuenta Valladolid, «si el corcino fue extraído de los terrenos de un coto de caza el titular de este podría pedir una indemnización a las personas que sustrajeron al animal de la zona».

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