La erradicación de mamíferos invasores beneficia a las especies amenazadas, según un nuevo estudio de la Universidad Norte de Illinois. El CSIC también defiende este recurso.
30/03/2016 / Redacción JyS
Mientras en España el Ayuntamiento de Málaga se decida formar a gente para alimentar gatos asilvestrados, expertos de Estados Unidos y científicos del CSIC español señalan la conveniencia de erradicar estos ejemplares por la grave amenaza que suponen para la avifauna.
Un nuevo estudio, promovido por la Universidad del Norte de Illinois, refleja que la erradicación de mamíferos alóctonos que se ha producido ya en más de 700 islas beneficia a la conservación de especies en peligro, pero avisa de que es necesario un seguimiento posterior.
El trabajo, liderado por la estadounidense Holly Jones y en el que participa el español Gerard Rocamora, ha podido concluido que la erradicación de mamíferos invasores realizada en islas es beneficiosa para detener la pérdida de biodiversidad y como tal está cada vez más implementada, son ya más de 700 islas en las que se ha probado este exitoso método.
Los mamíferos que más amenazas presentan y sobre los que más casos de erradicación se han dado son los roedores, con un 57% de casos, las cabras con un 11%, y los gatos asilvestrados con un 8%. Cabe recordar que se estima que estos últimos son los causantes de más del 14% de los vertebrados insulares.
En este caso hay que tener en cuenta que las islas ocupan aproximadamente el 5,5% de la superficie terrestre y albergan más del 15% de las especies, además el 61% de todas las extinguidas recientemente habitaba en islas, como también lo hacen el 37% de todas las que recoge la Lista Roja de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN).

236 especies animales perjudicadas

Anualmente se gastan aproximadamente 19 millones de euros en planes de conservación de la biodiversidad, pero según este nuevo estudio no se planifican medidas de control posteriores a la implantación de estos planes. Teniendo en cuenta los datos antes aportados, sacados de la misma investigación, las islas deben ser objetivos críticos de la conservación, y aquí entra en juego la erradicación de mamíferos invasores.
En la investigación liderada por Jones se encontraron 236 especies nativas de fauna terrestre que se beneficiaron de la erradicación de mamíferos invasores en 181 islas, siete especies nativas se vieron afectadas negativamente y cuatro especies redujeron su estatus de peligro en la Lista Roja de la UICN.
De esas 236 especies beneficiadas, el 26% están en peligro de extinción según señala la Lista Roja, incluyéndose en las categorías de ‘en peligro crítico’, ‘en peligro de extinción’ y ‘vulnerables’ y el 9% se encuentran en la categoría de amenaza próxima; 119 de las especies restantes se enmarcan en la categoría de ‘menor preocupación’, una en la categoría de ‘datos insuficientes’, y 34 especies que no son evaluadas. Además cuatro especies como son el zorro isleño (Urocyon littoralis), el shama de Seychelles (Copsychus sechellarum), el petrel de Cook (Pterodroma cookii) y la pardela cabeza negra (opisthomelas Puffinus) pasaron a un menor nivel de alerta en la Lista Roja.
Entre las especies beneficiadas se incluyen 122 recolonizaciones de islas por especies nativas anteriormente expulsadas (un mamífero, 88 aves marinas y 33 poblaciones de aves terrestres de 67 especies diferentes); 40 nuevas colonizaciones de 34 especies; 192 poblaciones residentes en las islas estudiadas de 115 especies diferentes fueron las que mostraron una respuesta positiva ante la erradicación; 215 poblaciones de 90 especies nativas fueron reintroducidas en islas donde antes los mamíferos invasores las habían expulsado; tres poblaciones residentes de dos especies fueron ayudadas con individuos procedentes de fuentes silvestres o de cría en cautividad; y 25 poblaciones de 18 especies fueron trasladadas fuera de sus rangos históricos con fines de conservación.

Las aves son las más beneficiadas con la erradicación de los invasores

Las aves son los animales más beneficiados con la erradicación de mamíferos invasivos, representando un 69% de las especies estudiadas; los reptiles representaron el 18% de todas las especies beneficiadas y el 13% restante se distribuye entre los mamíferos e invertebrados.
En este sentido, hay que destacar la especial incidencia que tienen los gatos asilvestrados sobre las aves. En el caso de España, el biólogo español Manuel Nogales, del Grupo de Ecología y Evolución en Islas del CSIC, lleva años proponiendo la erradicación total de gatos asilvestrados en islas de menos de 200 kilómetros cuadrados, según relata El País. Su equipo, cuando trabajaba en la Universidad tinerfeña de La Laguna, capturó con cebos de sardinas hace más de una década a la decena de gatos que habían invadido el islote de Alegranza, un refugio para aves marinas como el águila pescadora y la pardela cenicienta. En Lobos, al norte de Fuerteventura, retiraron al único gato del lugar.

“En España, y en general en Europa, a las autoridades les cuesta organizar campañas de erradicación de los gatos. En otros países están más concienciados”, lamenta Nogales en el citado diario. Un ejemplo reciente lo tenemos en la feroz campaña contra la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, que preveía esta solución, y en la que asociaciones como Ecologistas en Acción o SEO/BirdLife –unidos en una misma plataforma–, generaron una importante alarma social argumentando que esa ley permitiría abatir animales de compañía.
Nogales, que no ha participado en el nuevo estudio, hace un llamamiento a la acción: “No nos podemos quedar cruzados de brazos”. Él y su compañero Félix Medina están implicados en un estudio previo para valorar la posible erradicación de los gatos de la isla canaria de La Graciosa, operación que supondría la mayor operación de eliminación de felinos en España.
Por último el equipo de Jones asegura que es importante a la hora de estudiar las erradicaciones y su viabilidad enmarcarlas dentro de un contexto de conservación de todo el ecosistema, ya que la erradicación de este tipo de mamíferos también puede beneficiar a otras especies invasoras. Y añaden que las investigaciones futuras deberían evaluar los impactos sobre los servicios ambientales proporcionados por la biodiversidad nativa y los beneficios sociales, culturales y económicos a los seres humanos.