El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha elegido como nuevo responsable de Interior y de los recursos naturales a Ryan Zinke, un amante de la pesca y de la caza, que ha prometido fomentar estas actividades en terrenos federales.
19/12/2016 | Redacción JyS

Ryan Zinke, nuevo secretario del Interior de EE.UU. / lagaceta.es
Ryan Zinke, nuevo secretario del Interior de EE.UU. / lagaceta.es

Ryan Zinke, de 55 años y natural de Montana, es un ex comandante de los Navy SEAL –el cuerpo de élite de la Armada norteamericana-. Además formará parte del gobierno de Donald Trump como nuevo secretario del Interior. Zinke, experimentado cazador y pescador, se encargará de gestionar los recursos naturales del país, fomentando ambas actividades en terrenos federales según ha publicado EFE.
Zinke, antiguo senador en Montana, tendrá en sus manos la gestión de terrenos federales, parques nacionales y proyectos energéticos, algo que ha levantado ampollas entre los grupos ecologistas. Estos le acusan de no proteger el medioambiente a raíz de algunas de sus votaciones en el Congreso, como el apoyo a que tierras federales recaigan en manos de los estados o de entidades privadas.
Otra de sus declaraciones más controvertidas, y por las que ha molestado su nombramiento, es su oposición a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero (como el metano) en los proyectos energéticos de extracciones en tierras gestionadas por el Departamento del Interior.
Por otro lado, Zinke es un escéptico en materia de cambio climático. Según recoge EFE, el próximo secretario de Interior estadounidense afirmó que “el clima está cambiando. No creo que eso se pueda negar, pero el clima siempre ha cambiado”. Pero matiza que la mano del hombre en ese aspecto aún está por estudiar, y asegura que las normas del actual gobierno en funciones de Obama que no se sustenten científicamente serán abolidas.
Así pues, Zinke tendrá a su cargo en Interior aproximadamente 70.000 empleados y contará con un presupuesto superior a los 20.000 millones de dólares, para gestionar más de dos millones de kilómetros cuadrados -cuatro veces la superficie de España-.