Juan Antonio López Uralde, diputado de Podemos en su confluencia con Equo, y Luis Miguel Domínguez, cabecilla de la polémica plataforma Lobo Marley, en el Congreso de los Diputados.

El grupo parlamentario de la formación que lidera Pablo Iglesias, que concurrió a las elecciones con los ecologistas de Equo acoplados a sus listas, ha presentado una Proposición No de Ley para evitar el control de las poblaciones de este cánido en toda España y fomentar las subvenciones públicas a los grupos ecologistas.
5/4/2016 | Redacción JyS
A pesar del incesante aumento de ataques al ganado que castiga al sector ganadero en comunidades como Galicia o Castilla y León, el grupo parlamentario de la formación que lidera Pablo Iglesias ha presentado una Proposición No de Ley con una batería de medidas encaminada a blindar la figura del lobo y terminar con su caza.
En la mañana de ayer, representantes del grupo parlamentario de Podemos junto a organizaciones como organizaciones Lobo Marley, Ecologistas en Acción, WWF y EQUO presentaron a los medios su Proposición No de Ley. En el documento presentado por las citadas organizaciones y firmado por por el diputado y el portavoz del Grupo Parlamentario Podemos-En Comú Podem-En Marea, Juan A. López de Uralde e Íñigo Errejón, el partido político insta al Gobierno a que tome medidas para elevar la protección de la especie en todo el territorio nacional.
Para ello, en primer lugar, proponen que se declare al lobo ibérico especie de interés especial al Norte del Duero a través de la incorporación de las poblaciones de la especie de todas las CCAA al Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Además, desde el grupo que preside Pablo Iglesias instan a incluir todas las poblaciones situadas al sur del río Duero en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría En Peligro de Extinción.

Más subvenciones públicas para los grupos ecologistas

Por otro lado, desde la formación morada exigen que se elabore una nueva Estrategia Nacional de Conservación del Lobo Ibérico consensuada “con todos los sectores implicados” –menos el sector cinegético–. En este punto incluyen la necesidad fomentar modos de que las poblaciones de lobo interactúen “a través de la creación de corredores ecológicos, pasos de fauna específicos, la reducción de vallados cinegéticos…”. Además desde esta formación urgen a “coordinar, estructurar y unificar las medidas de fomento de la coexistencia del lobo ibérico con la ganadería extensiva, así como con el modelo de caza practicado en grandes fincas cinegéticas”. Todas estas estrategias, obviamente, se traducirían en millonarias subvenciones públicas que acabarían gestionando las propias asociaciones conservacionistas que están impulsando la medida, como hasta ahora ha sucedido con otras especies como el lince ibérico. Asimismo, entre los planes que desea imponer Podemos está el declarar como furtivismo cualquier abate del cánido.

Las poblaciones de lobo han aumentado casi un 20% en la pasada década gracias al modelo de gestión que ahora cuestiona Podemos.

En esta proposición especifican que el objetivo de la gestión de las poblaciones de lobo ibérico ha de ser “mantener una población de la especie en estado favorable de conservación, como dicta la Directiva Hábitats de la UE”, sin tener en cuenta los importantes progresos que ya ha hecho y está haciendo la especie, que desde 2007 ha incrementado el número de manadas en todo el territorio en un 18% en los últimos nueve años, gracias a la gestión realizada por las administraciones públicas y a pesar de haber encontrado siempre presión por parte de las organizaciones ecologistas. Además argumentan que “la presencia del lobo ha de ser compatible con la ganadería extensiva” y para ello sugieren que sean las administraciones las que “informen, sensibilicen y ayuden” a la población rural para lograr la coexistencia.
No en vano, instan a la Administración del Estado a impulsar una mesa que una al sector ganadero para establecer “de manera coordinada” los criterios para que las indemnizaciones sean acordes al total del daño generado y para que los pagos se realicen “de forma rápida y eficaz”. En este sentido, desde el grupo parlamentario de Podemos insta a implantar ayudas económicas para que los ganaderos en territorios con población de lobos puedan adoptar medidas preventivas y puedan ayudar a la conservación del medio, así como también la implantación de un “Sello/Marca Lobo” que incentive la producción ganadera en estos territorios loberos y la “actividad turística derivada de la presencia y también coexistencia con la especie, en base a criterios de respeto y tolerancia”.

Los cazadores rechazan la propuesta ecologista

Por su parte, la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) ha rechazado la propuesta, al considerar que la sobreprotección al lobo puede ser el principal riesgo para una especie señera en España y que necesita del reconocimiento y el respeto social para encontrar su espacio. 

Los cazadores recuerdan que han sido las medidas de control de esta especie, con el diseño de una gestión sostenible que incluye la implicación del sector cinegético, las que ha permitido un incremento muy importante de la población de lobo en las últimas décadas, tal y como ha constatado el Ministerio de Medio Ambiente y la propia Unión Europea.

Para la ONC los datos de los últimos estudios son muy contundentes ya que según el censo nacional de esta especie, presentado hace unas semanas por el Grupo de Trabajo del Lobo, señala que este animal está presente en 91.620 kilómetros cuadrados, el 18,32% de la superficie del país. Mientras, el informe del Centro Temático Europeo sobre la Diversidad Biológica (EIONET) elaborado en virtud de la Directiva de Hábitats de la UE para el periodo 2007-2012 habla de una situación “favorable” y que supondría la existencia actualmente de entre 1.850 y 2.800 ejemplares de lobo.

Los ataques de lobo han aumentado un 80%

Imágenes como esta son cada vez más habituales en nuestro país: el resultado de un ataque de lobos.

Ante esta situación, y dado el aumento de los ataques del lobo al ganado en zonas como Castilla y León (donde la Administración regional destina cada año 350.000 euros a las indemnizaciones por este motivo y donde, sólo en Salamanca, los ataques de lobo han aumentado más de un 80% en cinco años), Cantabria y País Vasco, es necesario una estrategia global coordinada desde el Gobierno central, y en esto únicamente la ONC coincide con la propuesta de EQUO.

En este sentido, la ONC apuesta por una gestión sostenible que permita conjugar la conservación de una especie tan señera como el lobo ibérico con los intereses de otros sectores. Una gestión sostenible en la que el sector cinegético debe, necesariamente, tener un papel decisivo una vez que hablamos de una especie sin depredadores naturales. Algo que ya se está llevando a cabo con gran éxito –como demuestran los datos—en Castilla y León.

«Resulta imprescindible diseñar cuanto antes esta estrategia coordinada de gestión sostenible en todo el territorio nacional para evitar los terribles efectos que la sobreprotección descontrolada puede tener sobre la población del lobo. No sólo en términos de población sino también en algo tan importante para el futuro de una especie como el apoyo social, un riesgo que ya señala el informe de EIONET. En Portugal esa política de sobreprotección ha llevado a una disminución de la población de lobo«, concluye la nota de prensa de los representantes del sector cinegético.