La primavera es la época de desove de los ciprínidos, esto significa que buscarán un gran aporte de alimento para compensar el gasto energético; y hay que aprovechar el momento. Aquí te contamos tres consejos para que triunfes.

Búscalos en las orillas someras

Al comienzo de la primavera el agua sube de temperatura y se produce un aumento del caudal de los ríos. Esto hace que los peces comiencen a despertar del letargo invernal y busquen alimento con ansia. Aún se encuentran débiles y no se van a desplazar largas distancias, se centrarán en zonas someras, donde el alimento sea fácil de localizar y donde las posibles corrientes no desgasten sus energías. Debes buscar las orillas donde haya árboles que les proporcionen cobijo y en lugares donde haya remansos.
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Usa cebos muy nutritivos

Los boilies y los pellets tienen un gran poder de atracción y además suponen un gran aporte nutritivo para los ciprínidos, justo lo que buscan en esta época las carpas y barbos. Los que contienen buenas harinas de pescado y base de cangrejo, calamar, pulpo y krill son valores seguros. Además puedes probar con un toque de picante.
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Ceba en abundancia

Una vez que haya concluido la freza, los peces vuelven a recuperar el apetito perdido durante la actividad reproductiva. Este momento coincide con el aumento de las horas de luz y de la subida de temperatura del agua. Haz un cebadero compuesto por semillas, boilies y pellets, pero no lo mezcles todo. Es mejor ir poco a poco para que se vayan acostumbrando y confiando. Deja un par de días o tres entre cada sesión de cebado.
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