Después de que dos animalistas asaltaran un matadero en Francia para grabar los sacrificios de los animales, la Corte de Versalles les citó el pasado 12 de junio para juzgar los hechos. Los ganaderos, en protesta por la difusión de las imágenes –que han supuesto la disminución del consumo de carne en el país–, celebraron una barbacoa a las puertas del juzgado.
20/6/2017 | Redacción JyS

Manifestantes a la puerta del juzgado
Manifestantes a la puerta del juzgado / francais.rt.com

El 12 de junio, dos activistas de la asociación animalista francesa L214 fueron juzgados por haber entrado de manera ilegal en el matadero Houdan (Yvelines), donde filmaron cerdos durante su sacrificio. Las imágenes fueron difundidas el pasado 8 de junio en Internet y generaron una importante polémica.
Los ganaderos de la FNSEA -Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas- protestaron contra los asaltantes celebrando una barbacoa de carne a las puertas del juzgado y ofreciendo carne cocinada a los ciudadanos que pasaban por allí.
Esta acción fue denunciada por Brigitte Gothière, presidenta de la Asociación L214. Afirmó que «los ganaderos que realmente se preocupan de sus animales sostienen las acciones que los activistas hicieron en el matadero».

Comer carne es considerado maltrato animal

L214, la organización que creó Sébastien Arsac junto a su pareja Brigitte Gothière en 2008 ha tomado mucha fuerza en el país hasta el punto de conseguir que grandes cadenas como Monoprix y Carrefour dejen de vender huevos de gallinas enjauladas.
Sébastin Arsa antes de entrar en el tribunal añadió que «este juicio es interesante porque hoy en día hay un verdadero interés público sobre cuestiones relacionadas con el ganado. Este es el octavo matadero en poco más de año en el que se muestran las imágenes, cada vez que la gente se sorprende por lo que ven, y creo que hay una legitimidad para hacer este trabajo».
El Tribunal decidió aplazar el juicio, al tener otros temas y no considerarlo una cuestión prioritaria. Los dos animalistas veganos están acusados de «allanamiento» y «tentativa de invasión de la privacidad mediante la fijación, grabación o transmisión de la imagen.»