Los investigadores del Seprona han concluido que alguien decapitó -con el fin de simular un ataque-, los dos machos de bisonte hallados sin vida el pasado mes de septiembre en Valdeserrillas, e imputan un presunto delito por maltrato animal al director, Carlos Álamo.
24/10/2016 | Redacción JyS

Bisontes decapitados
Cuerpo decapitado de Sauron, el macho dominante de la manada. / Seprona

Según publica Levante-EMV, los bisontes que aparecieron muertos el pasado 16 de septiembre en la Reserva de Valdeserrillas en Benagéber (Valencia), no fueron envenenados. Tampoco se trató de un acto de furtivismo, como publicaron algunos medios nacionales en primera instancia. Tal y como publica el citado medio, el presunto culpable sería Carlos Álamo, director de la reserva, a quien el Seprona le imputa un presunto delito de maltrato animal.
El equipo de investigación del Seprona plantea en su informe que los dos machos fallecidos murieron de inanición y por falta de cuidados. Los otros siete animales que ocupaban las instalaciones se encontraban en pésimas condiciones en el momento en que intervinieron los agentes de la Guardia Civil, aunque en principio no se teme por sus vidas.
Tal y como cita el medio antes expuesto, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil considera que los animales murieron por abandono y que, una vez descubiertos los cadáveres, alguien decapitó a Sauron -el macho dominante- e intentó hacerlo con Troll -el otro macho fallecido-, para intentar simular un ataque y encubrir la situación de los bisontes. La misma persona que decapitó a los animales, depositó una bola de goma junto al comedero principal rellena con una sustancia de apariencia tóxica para reforzar la sospecha del envenenamiento.
El equipo del Seprona de la Guardia Civil de Chelva inició la investigación la misma tarde del suceso, cuando Álamo llamó para denunciar que había encontrado muerto y decapitado al macho dominante y para advertir de que faltaban otros tres machos. También fue el supuesto culpable el que días más tarde encontró a los tres que faltaban: uno de ellos, Troll, muerto y decapitado al igual que Sauron.

Álamo, principal sospechoso para el Seprona

Desde que se produjera la segunda llamada de Álamo, el grupo de investigadores comenzó a sospechar sobre un posible montaje del director de la reserva, dadas las condiciones en que se encontraban los animales que sobrevivieron, tal y como informa Levante-EMV.
Si bien entonces no tenían pruebas suficientes para inculpar a Álamo, los resultados de los análisis del laboratorio de la Generalitat Valenciana ahora realizados han sido esclarecedores. Según Levante-EMV los investigadores no han hallado ninguna sustancia tóxica capaz de poner en peligro a los animales en la bola encontrada junto a los cadáveres. Además, en las vísceras de los bisontes fallecidos tampoco se encontró sustancia tóxica alguna. Lo que sí pudieron constatar fue la malnutrición de los ejemplares y la falta de cuidados veterinarios.
Dadas estas circunstancias, y dado el hecho de que al cortar la cabeza a hachazos esta quedaba inútil para un trabajo de taxidermia, los agentes informaron al fiscal aconsejando la detención de Álamo; aunque finalmente la Fiscalía ha llamado a declarar -lo hará mañana- al director de la reserva en calidad de imputado por un presunto delito de maltrato animal.