El incremento de los accidentes por atropello de jabalíes que están ocurriendo estos días no son debidos a que es temporada de caza, ya que la totalidad de ellos ocurren de noche cerrada, cuando estos suidos salvajes se desplazan de sus lugares de encame en la maleza en su devenir diario en busca de comida y agua. Lo cierto es que hay menos accidentes gracias a los cazadores que eliminamos cada año un buen número de ellos. Si fuera debido a la caza, lógicamente antes deberían de haber atravesado de día en sentido contrario estas vías de comunicación, y ninguno de ellos ha ocurrido en horario diurno que es cuando se llevan a efecto las cacerías.  Además de ello, de los 11 ocurridos en 4 días, 4 de ellos han ocurrido en Autopistas y autovías, las cuales por ley  deben estar correctamente valladas para evitar la entrada de animales a su interior. Ello evidencia que si estos animales son atropellados en su interior es que no están debidamente impermeabilizadas, o no tienen los preceptivos pasos de fauna que se deberían haber instalado en ellas.
Para Adecana, el incremento de accidentes en la zona centro y sur de Navarra se debe a la gran profusión de regadíos, principalmente maizales, que se están plantando en las zonas de influencia del Canal de Navarra, obra publica que si bien es de gran interés para los navarros, en su declaración de impacto ambiental no se hizo mención alguna a las consecuencias que la atracción alimentaria y refugio de estos cultivos pudiera ejercer en la fauna salvaje. ¿Que ha ocurrido?, lo que era previsible, que una gran cantidad de jabalíes de otras zonas se están asentando en estos cultivos, causando cuantiosos daños en la agricultura y en accidentes por atropellos.
Si a ello le sumamos que estamos en época de lluvias y que estas hacen crecer los cauces de los ríos, inundando las reservas naturales que hay en ellas, expulsando a los jabalíes que se refugian en ellas, que hace que divaguen en busca de otros refugios.
En Navarra hay una población estimada de unos 14.000 jabalíes, y gracias a los cazadores, cada año se eliminan entre entre 4.000  y  5.000  ejemplares, cada vez menos en la montaña y mas en el centro y sur de Navarra precisamente por esto.  Decimos esto, porque los cazadores no somos el problema de los accidentes, sino parte de la solución, ya que  cazándolos hacemos un bien a la sociedad, ya que si no lo haríamos crecerían hasta limites insospechados aumentando todavía mas los accidentes y los daños a la agricultura  que estos animales provocan, que no olvidemos se reclaman a los cazadores.
La última reforma de la Ley de Caza y Pesca, en vez de promover y ayudar a la caza de los animales de caza mayor y menor que provocan daños, principalmente jabalíes, corzos, ciervos y conejos, en vez de dar facilidades a las sociedades de cazadores que colaboran en la resolución de un problema, les impone todo tipo de trabas encareciendo la actividad cinegética de gestión con la obligatoriedad de contratación de guardas y disminuyendo la eficacia de las cacerías.